Según el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones para el 2019 se registraron más de 87 millones de transacciones digitales en el país. Sin embargo, actualmente estos movimientos no representan trámites de alto impacto, ni son realizados por un ciudadano completamente digital, lo que significa que no cuenta con una identidad digital registrada que le permita acceder a una cantidad más amplia de procesos y servicios, algunos de tipo legal y otros de alto valor comercial desde su smartphone u ordenador.
La implementación de la Identidad Digital en el país supone grandes beneficios tanto para las entidades públicas y privadas, como para los mismos ciudadanos: las empresas tendrán la oportunidad de conocer quiénes son en realidad sus clientes y así optimizar su seguridad y estrategias de acercamiento comercial; mientras que los usuarios podrán identificarse de una manera segura, mitigando significativamente su exposición a crímenes cibernéticos como la suplantación de identidad; esto les permitirá realizar compras, transacciones y trámites con mayor confianza y menos fricción
En el último estudio publicado por el MinTic y el Observatorio de e-Commerce Se afirma que cerca del 50% de los colombianos que compran online no realizan los pagos por esta vía, prefieren pagar en punto de venta o contra entrega. Ahora bien, teniendo en cuenta lo anterior, es importante conocer a fondo qué es la Identidad Digital y qué otros beneficios existen para las empresas colombianas.
¿Qué es la Identidad Digital?
Una identidad digital es una recolección de características asociadas con la identificación única de un individuo, almacenada y autenticada en el entorno digital, y usada para funciones claves como transacciones, interacciones o representaciones digitales.
SoyYo, atiende este proceso de autenticación de identidad digital desde un ecosistema integral y robusto que provee confianza a diferentes actores.
Así funciona el ecosistema de Identidad Digital de SoyYo:
– Usuario: Es la persona que refiere una necesidad de identificarse ante su entidad bancaria, tienda virtual o quién le esté ofreciendo algún servicio en línea que demande una validación de identidad.
– Proveedores de confianza: Estos son los que permiten afirmar que el usuario es quien dice ser. Este jugador se integra en el proceso de generación o inscripción de la identidad digital.
– Entidades: Este es el jugador con el que el usuario desea hacer transacciones y trámites; su necesidad es verificar que toda la información que están recibiendo del usuario es auténtica. Estas generan la demanda del servicio de identidad digital.
– Validadores de información: Aportan nueva información al ecosistema, blindando de confianza todo el proceso.
¿Para qué sirve la Identidad Digital?
Existen diferentes ejemplos que reflejan la necesidad de implementar una solución integral de identidad digital, a continuación, algunos de ellos:
– Vinculación de un nuevo cliente: Validación de su identidad y de la información entregada a la entidad.
– Transacciones bancarias: Autenticación de la identidad para asegurar que el usuario real es quién está ejecutando la transacción. Con este proceso, se reduce considerablemente el delito de suplantación.
– Pasaporte de salud: Verificación de la identidad online para la generación de un pasaporte de salud.
– Firma electrónica: Para la autenticación de documentos como contratos, afiliaciones, acuerdos y demás.
Colombia es un país que se encamina a construir la Identidad Digital de sus ciudadanos, pues la transformación digital en el territorio nacional ha supuesto diferentes retos, y a su vez, múltiples cambios en procura de la creación de un ecosistema de confianza y seguridad, que simplifique y optimice las interacciones digitales de los ciudadanos. SoyYo pone a disposición de las empresas y sus canales de comercio electrónico un ecosistema integral, tanto para las organizaciones, como para sus usuarios, con el objetivo de mantener sus interacciones vivas y sin fricciones, reducir los riesgos de suplantación y fraude y sobre todo, generar un vínculo de confianza transaccional invaluable.